Julio y Agosto, con la llegada de las subidas de temperatura, son los meses de más riesgo en lo que al calor respeta.

Si bien es cierto que los puestos de trabajo que se desarrollan al aire libre o aquellos en los que los trabajadores están expuestos a altas temperaturas son los que padecen un riesgo mayor, no es menos cierto que aquellos que trabajan en recintos cerrados también están expuestos cuando se combinan altas temperaturas con ventilaciones precarias o la falta de aire acondicionado.

Por este motivo, debemos de tener en consideración, en el ámbito de la prevención de riesgos laborales, el riesgo a que los trabajadores padezcan un golpe de calor.

El Ministerio de Sanidad define los golpes de calor como un problema muy grave, en el cuál, el cuerpo no es capaz de controlar la temperatura que va incrementando rápidamente, llegando a alcanzar los 40,6ºC .

Las causas pueden ser extrínsecas o intrínsecas. Puesto que los golpes de calor pueden ser consecuencia de una exposición a temperaturas altas o como consecuencia de una actividad física intensa.

La falta de hidratación hace que los órganos dejen de funcionar correctamente, esta condición aparece rápidamente, entre 1 y 6 horas, con una evolución fatal pudiendo provocar la muerte en menos de 24 horas de no ser tratada como corresponde.

La mortalidad por golpe de calor se encuentra entre el 15% y 25% de los casos, por lo que es importante tener en cuenta medidas de prevención en los puestos de trabajo.

Esta temperatura corporal tan elevada se ve reflejada en mareos, un sudor excesivo al principio y nulo después, piel roja, aceleración del ritmo cardíaco, una sensación de tener la boca “pastosa”,  intensos dolores de cabeza, lo que provoca que cueste mucho trabajo mantener la concentración e, incluso, se puede dar el caso de perder la conciencia.

Una vez  se identifica que una persona está sufriendo un golpe de calor, es necesario llamar a urgencias inmediatamente, mientras se espera, es crucial enfriar el cuerpo, desplazándose a una zona a la sombra y a un ambiente frío, incluso desvestirla, mojarla con agua no muy fría con paños húmedos sobre la piel. Si está consciente darle agua fría para beber, de lo contrario, recostarla sobre un lateral del cuerpo, con la cabeza ladeada, el brazo inferior atrás extendido y el superior flexionado hacia delante y arriba y las piernas flexionadas, preferiblemente más la superior que la inferior.

En EQUABY PREVENCIÓN podemos ayudarles a implantar unas correctas medidas preventivas que ayuden a reducir el riesgo a que sus trabajadores expuestos. Además, también podemos formar a sus empleados en primeros auxilios para que sepan cómo actuar en esta situación o en otras.

¡No dude en solicitar información!